3 grandes barreras a las que se enfrentan los hombres cuando buscan atención de salud mental

Un hombre mayor se apoya en una barandilla.

Imagine que hay una fuga en una tubería de su casa. Su primer instinto puede ser arreglarla usted mismo. Pero para hacerlo, tiene que saber cuál es la causa de la fuga. También debe conocer los pasos necesarios para repararla. Y necesitas las herramientas adecuadas para hacer el trabajo.

Si se trata de una situación complicada -tal vez algo que ha surgido varias veces-, puedes plantearte recurrir a un profesional. Al fin y al cabo, no es ninguna vergüenza pedir ayuda o pedir consejo a un experto.

Cuidar de su salud emocional funciona de forma muy parecida. Alrededor de 59 millones de personas en Estados Unidos padecen algún tipo de enfermedad mental, según datos de los Institutos Nacionales de Salud.1 Y aunque cualquiera puede beneficiarse de recibir apoyo, sólo el 42% de los hombres lo busca, frente al 57% de las mujeres.1

Hay muchos factores en juego, y la combinación exacta es diferente para cada persona. Aun así, las investigaciones apuntan a algunos obstáculos comunes que impiden a los hombres obtener ayuda.2

"La forma en que se socializan los distintos géneros es un factor importante", afirma Giselle Alexander, LCSW, terapeuta licenciada y asesora del programa AbleTo. "Da forma a qué comportamientos y tipos de comunicación se consideran 'aceptables' y cuáles no".

Pero cambiar los estereotipos y eliminar el estigma es posible. Sucede poco a poco, y a menudo empieza a nivel personal.

"Un punto de partida es hablar de salud mental con otro hombre de confianza", dice Dan Smith, LPC, consejero profesional licenciado y diseñador de productos AbleTo. "Hablar de ello nos ayuda a sintonizar con los demás y con nosotros mismos. Cuanto más nos abramos los unos a los otros, más espacios seguros crearemos."

En este artículo hablaremos de algunas barreras habituales que impiden a los hombres obtener ayuda. A continuación, analizaremos lo que tú o los hombres de tu entorno podéis hacer para superarlas.

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Por qué hay más hombres que no buscan ayuda en salud mental

La combinación exacta de razones por las que los hombres no buscan ayuda varía de una persona a otra. Los temores generales sobre el apoyo a la salud mental pueden interponerse en el camino. Pero hay tres tipos de barreras que afectan a los hombres de forma única.

La barrera: Las normas de género

Por qué es un problema: La percepción de lo que hace a alguien "varonil" ha evolucionado en los últimos años. Pero persisten estereotipos obstinados. Esos mitos anticuados pueden sonar así:

  • Los hombres deben ser fuertes y valientes
  • Los hombres deben resolver sus propios problemas sin ayuda
  • Los hombres no deben quejarse

"Los hombres mayores, sobre todo, pueden tener problemas para desprenderse de esos 'ideales'. En eso se han criado", dice Alexander. "Los jóvenes pueden sentirse más cómodos rompiendo esas normas, pero hay que animarles. Puede resultarles difícil enfrentarse a compañeros que se han reafirmado en este tipo de creencias limitadoras".

Estos mitos pueden disuadir a los hombres de sentir (y mostrar) toda su gama de emociones. Esto puede ser especialmente cierto en el caso de emociones que suelen considerarse femeninas, como la preocupación o el dolor. Por ello, es posible que eviten hablar de los problemas a los que se enfrentan, incluso con sus seres queridos. No quieren ser vistas como débiles.

"Hay fortaleza en aprender a tolerar las emociones difíciles y a afrontar los retos", dice Alexander. "No hay que avergonzarse por ser incapaz de controlar una situación que se te escapa de las manos. O que no viste venir".

Cómo desmontarlo: Combatir estos mitos es una gran tarea. Pero empieza con el cambio de mentalidad de cada persona. "Los extremos que se presentan se basan en emociones profundas como el miedo y el control", dice Alexander. "Hacerse preguntas aclaratorias puede ayudar a determinar por qué uno cree en un determinado pensamiento. Entonces puedes examinar si es cierto o no".

En la terapia cognitivo-conductual, esto podría parecerse al proceso de las 3 Cs. Las Cs significan "cógelo, revísalo, cámbialo".

Así es como funciona:

  • Capta, o date cuenta, del pensamiento que estás teniendo
  • Comprueba si hay algún patrón de pensamiento erróneo que lo esté provocando
  • Cambiar o "replantear" su punto de vista a uno más neutral o útil.

(Si crees que te vendría bien un poco de ayuda con esto, el Diario Guiado de las 3Cs de AbleTo te guía a través del proceso).

Una vez que puedas hacer esto por ti mismo, es posible que te fijes en otros hombres que lo están pasando mal. Puede que te abras sobre algo con lo que has luchado. Y si lo haces, la otra persona puede sentirse más segura compartiendo sus preocupaciones. "Este tipo de charlas puede ser más fácil si estás haciendo una actividad como dar un paseo o tirar a canasta", dice Alexander. "No estar frente a frente elimina parte de la presión".

A los hombres también puede preocuparles ser vistos como líderes en casa y en el trabajo. Y pueden pensar que expresar sus preocupaciones por la salud mental afectará negativamente a la imagen que la gente tiene de ellos. Pero no es necesariamente así. "Mostrar la conciencia de uno mismo para afrontar los problemas de salud mental tiene su fuerza", afirma Smith.

Buscar ayuda también puede hacerse discretamente. Por ejemplo, programas virtuales como los que ofrece AbleTo pueden ponerte en contacto con ayuda desde la comodidad de tu casa.

El obstáculo: Falta de información, comunidad y proveedores

Por qué es un problema: Las investigaciones demuestran que cuanto más informada esté una persona sobre la salud mental y sus opciones de ayuda, más probable es que busque apoyo.3 Y un estudio reciente sugiere que los hombres tienden a saber menos sobre las afecciones y los tratamientos de salud mental.4

Es lógico, pues, que sean menos los hombres que buscan y obtienen ayuda para su bienestar. Es difícil reconocer que puede haber un problema si no se sabe qué buscar. O dónde encontrar recursos. A esto se añade la idea de que eres responsable de resolverlo todo tú solo. Bastante desalentador, ¿verdad?

"Las mujeres están socializadas para procesar emociones y resolver problemas juntas", dice Alexander. "Comparten historias y ven luchas comunes. Se dan cuenta de que no son sólo ellas y de que no son deficientes en ningún aspecto. Esa sensación de comunidad es edificante". Estos momentos también pueden llevar a compartir recursos, ya sea una herramienta de afrontamiento o un proveedor que haya ayudado. Muchos hombres, en cambio, carecen de estas salidas.

Cómo desglosarlo: Informarse y estrechar lazos con los demás puede hacerse de varias maneras.

Aquí tienes algunas ideas para empezar:

  • Fomenta la conexión entre amigos varones y familiares. "Piensa en los lugares donde os reunís tú y tus amigos", dice Alexander. "¿Cómo puedes ser más activo allí? ¿Cómo puedes atraer a más gente al redil?". Para algunos, puede ser la peluquería. Para otros, el gimnasio. Lo importante es encontrar salidas que generen una sensación de comodidad, en las que uno se sienta bien metiendo el dedo en la llaga de las emociones. "Un sentimiento de comunidad puede ayudar mucho", añade. "Te ayuda a ver que no estás solo ni eres débil si estás pasando por un mal momento mental o emocional".
  • Comparte recursos. A medida que estrechéis lazos, os resultará más fácil hablar de los retos y de lo que os ha ayudado a afrontarlos. Podéis intercambiar recomendaciones sobre proveedores. O dar ejemplos de herramientas de afrontamiento saludables. Los demás pueden hacer lo mismo.
  • Comprométete a hacerte revisiones periódicas. Las mujeres acuden al médico con más regularidad que los hombres, dice Alexander. Esto significa que tienen más contacto con proveedores de atención sanitaria básica que pueden ayudar a detectar problemas. También pueden sugerir referencias, incluidos expertos en salud mental. Acuda a su médico de cabecera para su chequeo médico anual. También puede animar a otros hombres a hacer lo mismo.

Smith señala que los hombres también pueden sentir que no tienen palabras para expresar lo que les pasa por la cabeza. "Podemos sentir que algo no va bien, pero nos preocupa no poder articular lo que sentimos", dice. "Pero descubrir cómo hacerlo forma parte de recibir atención".

Encontrar proveedores de salud mental también puede ser complicado. En general, la mayoría son mujeres y blancos.5 Así que puede que no haya nadie cerca que tenga citas abiertas. O que refleje tu género o procedencia. Pero conseguir apoyo virtual, como AbleTo, es una forma de ampliar tus opciones. Permite un horario más flexible y puedes consultar a proveedores autorizados en todo el estado.

El obstáculo: No ver el valor del apoyo a la salud mental

Por qué es un problema: Los hombres son menos propensos a buscar ayuda profesional, como la terapia o el coaching.1 Las normas influyen en la forma en que los hombres ven su valor (o la falta del mismo), según la investigación.6 Dado que los hombres a menudo sienten que tienen que ser el principal proveedor, piensan que el tiempo dedicado al trabajo remunerado vale más que el tiempo dedicado al autocuidado.

Puede que piensen que es un despilfarro gastar dinero en buscar ayuda para problemas que creen que deberían ser capaces de resolver por sí mismos. O pueden pensar que lo que les preocupa está fuera de su control, por lo que hablar de la situación no cambiará nada.

Pero estas creencias son ejemplos de pensamiento erróneo. El apoyo a la salud mental no consiste sólo en resolver un problema. También se trata de cambiar de mentalidad y desarrollar habilidades de afrontamiento. "Los hombres suelen pensar que se espera de ellos que sean fuertes y arreglen las cosas", dice Alexander. "Por eso les asusta admitir que se enfrentan a un problema que no tiene solución. Lo ven como un fallo personal, cuando no lo es".

Cómo desglosarlo: Para comprender el valor del apoyo a la salud mental hay que replantearse su finalidad. A menudo se enseña a los hombres a dar más importancia a las respuestas concretas que al proceso. Y la imagen que se suele dar del apoyo en salud mental puede hacer pensar que consiste en hablar de los problemas sin llegar a una solución.

Pero eso es engañoso. Hay muchos estilos distintos de ayuda, y algunas opciones pueden parecer más orientadas a la acción. En el coaching y la terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, se hace hincapié en desarrollar habilidades prácticas para afrontar los retos presentes y futuros.

También merece la pena pensar en cómo afecta tu salud mental a otros aspectos de tu vida y tu bienestar. Ser lo mejor de uno mismo implica la totalidad del ser: mente, cuerpo y espíritu. Si parte de esa ecuación no funciona, lo más probable es que notes los efectos en tu trabajo y en tu vida personal. "Tener apoyo humano puede ayudarte a ver las cosas desde otro ángulo", dice Alexander. "Es una herramienta más para ayudarte a funcionar a tu nivel más óptimo".

Un camino mejor

Buscar apoyo es una de las mejores cosas que una persona puede hacer para proteger su salud. Te ayuda a defenderte mejor a ti mismo y a los demás. Alexander ofrece una gran analogía: "Es como cuando estás en un avión y te dicen que primero te pongas tu propia máscara de oxígeno", dice. "Si quieres cuidar de los demás, tienes que estar en tu mejor momento. Eso significa cuidar tu salud física y mental".

Como sociedad, ya hemos hecho algunos progresos necesarios en la lucha contra el estigma que rodea a la atención de la salud mental. Pero aún nos queda camino por recorrer, especialmente en lo que respecta a la salud mental de los hombres.

Los cambios pueden empezar por ti. Cuando amplías tus puntos de vista sobre cómo deben pensar, sentir y comportarse los hombres, permites que todos sean más plenamente ellos mismos y busquen ayuda cuando la necesiten.

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Por Sarah Bruning

Sarah Bruning es periodista y estratega de contenidos desde hace más de 15 años. Su trabajo ha aparecido en destacadas publicaciones como Women's Health, Travel + Leisurey Cosmopolitan.

Revisado clínicamente por Giselle Alexander, LCSW, terapeuta licenciada y asesora del programa AbleTo.

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Fuentes

1. Enfermedades mentales. Instituto Nacional de Salud Mental. Publicado en septiembre de 2024. https://www.nimh.nih.gov/health/statistics/mental-illness

2. APA PsycNet. psycnet.apa.org. https://psycnet.apa.org/doiLanding?doi=10.1037%2F0003-066X.58.1.5

3. Ratnayake P, Hyde C. Mental Health Literacy, Help-Seeking Behaviour and Wellbeing in Young People: Implications for Practice. El psicólogo educativo y del desarrollo. 2019;36(01):16-21. doi:https://doi.org/10.1017/edp.2019.1

4. Hadjimina E, Furnham A. Influence of age and gender on mental health literacy of anxiety disorders. Psychiatry Research. 2017;251:8-13. doi:https://doi.org/10.1016/j.psychres.2017.01.089

5. State of the Behavioral Health Workforce, 2024. Centro Nacional de Análisis del Personal Sanitario; 2024:4. Consultado el 7 de enero de 2025. https://bhw.hrsa.gov/data-research/review-health-workforce-research

6. Staiger T, Stiawa M, Mueller-Stierlin AS, et al. Masculinity and Help-Seeking Among Men With Depression: A Qualitative Study. Frontiers in Psychiatry. 2020;11(11). doi:https://doi.org/10.3389/fpsyt.2020.599039