Cómo controlar sus hábitos de compra en Internet

Una mujer se sienta en una mesa delante de un cuaderno y un ordenador portátil con aspecto angustiado.

Internet se ha convertido en una parte importante de nuestra vida cotidiana. Para muchos de nosotros, eso incluye nuestra forma de comprar. Según el Pew Research Center, aproximadamente 8 de cada 10 estadounidenses compran por Internet.

¿Y por qué no? Comprar por Internet tiene muchas ventajas. En primer lugar, la variedad de artículos disponibles. Podemos comprar casi cualquier cosa con sólo pulsar un botón. Comida. Ropa. Obras de arte. Herramientas. Y no importa si preferimos grandes minoristas como Amazon o Target. O los más pequeños como Etsy o una marca indie favorita. Las opciones son infinitas.

También está la comodidad. Es un viaje menos que tenemos que hacer a la tienda. O una cola menos que hacer. Si necesitamos un artículo difícil de encontrar, puede ser nuestro en cuestión de días, si no de horas. ¿Mini moldes para magdalenas con tiras verde claro? ¿Un cuenco personalizado para el perro? Hecho y listo.

Las compras en línea también pueden mejorar la calidad de vida. "Quizá tengas algún tipo de limitación. O tal vez una discapacidad que le dificulta ir de compras por el mundo", dice la asesora de AbleTo Coach, Carolyn Oldham. "O puede que tengas una necesidad que no puedes cubrir fácilmente en tu zona". Es un alivio poder pedir por Internet los artículos que necesitas y quieres.

Aun así, la facilidad de las compras en línea puede ser un terreno resbaladizo. Y el bienestar mental desempeña un papel importante en la forma en que navegamos por ella. ¿Cómo trazamos la línea entre deseos y necesidades? ¿Y si nuestros hábitos de compra empiezan a causar problemas? Navegar y comprar puede desencadenar hormonas del bienestar en nuestro cuerpo. Podemos empezar a apoyarnos en ellas para hacer frente a emociones difíciles. O simplemente compramos cosas sin pensar.

Siempre merece la pena revisar nuestros hábitos, sobre todo cuando se acercan las fiestas. Estamos aquí para ayudarte a dar ese paso con amabilidad en lugar de juzgarte.

En primer lugar, veremos cómo influyen mutuamente el bienestar mental y los hábitos de compra. A continuación, hablaremos de las señales que indican que las compras por Internet pueden ser un problema. Por último, hablaremos de cómo podemos crear hábitos más saludables.

Cómo se relacionan nuestro bienestar y las compras por Internet

Seguro que ha oído alguna vez el término "terapia de compras". Puede que incluso haya bromeado sobre ello con sus amigos. La ciencia sugiere que hay algo de verdad en la idea. Mirar y comprar hacen que nuestro cerebro libere dopamina. Es una sustancia química que nos hace sentir bien y nos sube el ánimo, pero sólo durante un rato. Después podemos repetir el proceso para sentir el mismo subidón emocional.

La gente olvida a menudo que hay sistemas que trabajan en su contra, dice Oldham. Por ejemplo, las tácticas de marketing como los recordatorios de compra o las ventas flash. A menudo fomentan una mentalidad de escasez o nos convencen de que un artículo está más rebajado de lo que realmente está.

"Muchos de nosotros recurrimos a estos comportamientos porque una parte de nuestras vidas se siente abrumadora o fuera de control", dice Oldham. "Es nuestra forma de recuperar el control". También podemos estar tratando de hacer frente a una emoción difícil, añade. Quizá sea el estrés. Puede que sea tristeza. Incluso podría ser algún otro sentimiento subyacente que no podemos nombrar del todo.

En el peor de los casos, las compras en línea pueden convertirse en una herramienta de supervivencia crónica o en una compulsión. Cuando esto ocurre, pueden aparecer otros sentimientos negativos, como la culpa. Alguien puede sentirse culpable por la cantidad de dinero que gasta.

Otros pueden sentirse avergonzados cuando ven en su casa objetos que han comprado. "Existe una relación entre lo desordenado que está el espacio físico y lo abrumado que se siente uno mentalmente", dice Oldham. Sugiere preguntarse: ¿Estás cambiando el bienestar mental a largo plazo por el subidón a corto plazo?

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10 señales de que las compras por Internet pueden ser un problema para usted

Cuando una acción se convierte en un hábito, dedicamos poco tiempo a pensar en las repercusiones que tiene en nuestras vidas. Eso puede significar que nos cueste ver el panorama general. Puede ayudarnos dar un paso atrás.

Según Oldham, la línea que separa un mal hábito de compra de un gran problema varía de una persona a otra. Aquí tienes 10 preguntas que debes hacerte:

  1. ¿Le obsesionan las compras?
  2. ¿Se siente incapaz de resistir el impulso de comprar por Internet?
  3. ¿Sientes un rápido subidón después de comprar cosas?
  4. ¿Se acorta cada vez más la prisa que sientes después de comprar cosas?
  5. ¿Ha empezado a tener problemas de dinero por comprar demasiado?
  6. ¿Le avergüenzan sus hábitos de compra por Internet?
  7. ¿Intenta ocultar sus hábitos de compra en Internet?
  8. ¿Utiliza las compras por Internet para afrontar emociones difíciles?
  9. ¿Sus hábitos de compra en Internet empiezan a causarle estrés?
  10. ¿Sus hábitos de compra por Internet causan estrés a quienes le rodean?

Si ha respondido afirmativamente a más de la mitad, probablemente ha llegado el momento de revisar sus hábitos de compra por Internet. (O tal vez hayas respondido afirmativamente a una o varias de las preguntas. Esa es otra buena comprobación visceral).

¿Cree que puede tener una verdadera adicción a las compras? También puedes optar a trabajar con un entrenador conductual atento, un terapeuta licenciado o ambos de AbleTo.

6 maneras de cambiar sus hábitos de compra en Internet

Cambiar un comportamiento que no te gusta es posible, dice Oldham. Puede que necesites hacer más de uno para tomar el control de tu situación.

Aquí tienes 6 estrategias que puedes probar:

1. Identifique sus desencadenantes

"El primer paso para cambiar cualquier comportamiento es averiguar por qué lo haces", dice Oldham. ¿Qué motivos le llevan a comprar por Internet? ¿Qué necesidad intenta cubrir?

Oldham sugiere empezar por hacer un seguimiento de tu estado de ánimo. (La aplicación AbleTo incorpora un rastreador de estados de ánimo para guiarte). Este registro puede ayudarte a buscar patrones en tus emociones que podrían influir en tus hábitos de compra online. ¿Compras más cuando estás aburrido? ¿Se siente solo? Una vez que tengas esa información, podrás averiguar qué otra acción podría satisfacer la misma necesidad, pero de una forma más beneficiosa.

2. Aprender a soportar las emociones difíciles

Una vez que encontramos una herramienta que nos hace sentir mejor, tendemos a seguir con ella, aunque al principio no nos parezca perjudicial. Algunas personas recurren a las compras por Internet por la dopamina de la que hablábamos antes. Pero comprar cosas no nos ayuda a enfrentarnos a la emoción de fondo. Y probablemente no nos acerque a la solución del problema en cuestión.

Hay un par de formas en que los entrenadores y terapeutas de AbleTo ayudan a los participantes a potenciar sus habilidades de afrontamiento. Para la ansiedad, las 3C pueden ser una gran herramienta. Enseña tres pasos para captar un pensamiento, comprobar su validez y cambiarlo. El Diario Guiado de las 3C de tu programa AbleTo puede ayudarte a seguir el proceso.

¿Otra opción que Oldham utiliza? Meditaciones de exploración corporal. Esto significa dedicar unos momentos a notar cómo se siente cada parte del cuerpo. Empieza por la cabeza y desciende lentamente hasta los dedos de los pies. "Esto puede ayudar a la gente a conectar cómo se siente el cuerpo con los comportamientos que se están trabajando", dice. ¿Quieres un poco de orientación? Busca la mini-meditación Checking In with Your Body en tu programa AbleTo.

3. Defina sus necesidades

Una breve lista de preguntas de sí o no puede ayudar a frenar las compras impulsivas. Limítate a 3 o 4 puntos. Algunos para probar:

  • ¿Sirve para algo?
  • ¿Ya tengo uno?
  • ¿Podría alquilar o tomar prestado esto en su lugar?

Este paso puede servir como una rápida comprobación visceral. Le quita emoción a la compra. Además, te aseguras de que has tenido en cuenta todos los extras que se te habían pasado por alto.

4. Crear límites

Lo ideal sería fijar un presupuesto. Y luego te ceñirías a él. Eso es difícil para muchos de nosotros. Pero hay muchas otras opciones. Puedes darte de baja de las listas de correo electrónico de las marcas. Eso limitará los correos electrónicos de marketing. También puedes crear otra dirección de correo electrónico que sólo utilices para inscribirte en cuentas de compras online. Eso significa todas las rebajas y otras promociones. Todos tus correos electrónicos personales y redes sociales permanecerían separados. De este modo, es menos probable que te dejes tentar por un correo de rebajas si sólo quieres felicitar el cumpleaños a un amigo.

5. Haz una lista divertida

¿Aburrido? ¿Estás estresado? ¿Triste? Plantéate cambiar el teclado del ordenador por uno musical. O quizá un pincel. O una esterilla de yoga. Incluso podrías guardar un tarro con papelitos. Luego elige una actividad nueva cada vez que sientas la tentación de hacer clic en comprar.

6. Romper el ciclo de impulsos

En lugar de comprar inmediatamente, deja un tiempo de espera. Algunos expertos en finanzas aconsejan 3 días; otros, hasta 7. Añade el artículo que quieres a tu cesta o márcalo como favorito. A continuación, vuelve a él y compara lo que quieres con lo que necesitas.

Date tiempo

Cualquier cambio requiere tiempo y esfuerzo. "Tomar conciencia es el primer paso", dice Oldham. Si notas que las compras por Internet afectan negativamente a tu vida, puedes empezar a profundizar. Luego puedes utilizar los métodos anteriores para crear hábitos más saludables.

¿Necesitas ayuda para poner en práctica estos consejos?

Usted puede ser elegible para la terapia virtual, coaching, o en la demanda de autocuidado de AbleTo. Todos los programas están diseñados por médicos y se basan en la ciencia. Inscríbase hoy mismo y reciba el apoyo que se merece.

Por Sarah Bruning

Sarah Bruning es periodista y estratega de contenidos desde hace más de 15 años. Su trabajo ha aparecido en destacadas publicaciones como Women's Health, Travel + Leisurey Cosmopolitan.

Revisado clínicamente por Sarah Dolling, LPC, Productora de Contenidos Clínicos en AbleTo.

Fotografía de Daniel de la Hoz/iStock. Las personas que aparecen en las fotografías no representan a los participantes de AbleTo.

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